LUGARES MÁGICOS
Lago de Camécuaro
El estado de Michoacán está plagado de bellezas naturales como el lago de Camécuaro que en purépecha significa “lugar del baño”. Se ubica en el Municipio de Tangancícuaro, establecido por decreto presidencial como Parque Nacional, el 8 de marzo de 1941.
El lago de Camécuaro es un imponente escenario, donde elegantes y soberbios gansos se reúnen a la orilla para mostrar sus figuras y plumajes. Mientras, en el agua transparente es posible distinguir desde una embarcación la variedad de peces multicolores que desfilan y bailan en el agua.
Con el cielo estrellado y la luz de la luna, los visitantes acampan en los inmensos jardines y al calor de una gran fogata entonan canciones acompañados de sus guitarras.
Por el día se respiran mil aromas de deliciosos platillos que cocinan las familias en grandes cabañas, mientras se escuchan las risas de los pequeños sumergiéndose en el agua.
Puestos ambulantes ofrecen apetitosos platos de frutas, aguas frescas, botanas y platillos más elaborados para los exigentes paladares.
Los mariachis y tríos regocijan con su música a los turistas que cantan y bailan al son que les toquen.
Pequeñas trajineras llenan el lago de familias que escuchan atentas al conductor contar mil historias mientras recorren el lago.
Al lugar lo envuelven muchas leyendas, cuenta una de ellas que un gallardo español visitaba con frecuencia México y en uno de sus tantos viajes a ese lugar se enamoró de una hermosa Joven con ojos color esmeralda, un cuerpo como esculpido a mano, gentil airosa cual azucena que de sus labios nacen nardos y verbena con blondos rizos como lluvias de mayo. El Español no podía vivir sin sus hechizos.
Pasaron un par de primaveras y él partió rumbo a la guerra dejando a su amada desolada en aquel lugar al que él jamás volvió; desde entonces ella no dejó de llorar, y lágrima a lágrima, noche tras noche se formó un lago cristalino en el que ella se fundió con su amor por aquel caballero que una tarde de abril ahí la abandonó. Desde entonces algunos hombres afirman luego de estar a punto de ahogarse, que ven a una joven muy hermosa que los jala de los pies hacia la profundidad.
El Lago Camécuaro tiene una extensión de mil 400 metros por unos 100 mts de ancho, cuenta con dos nacimientos naturales: Junguarán y Cupátziro y mil 380 ojos de agua, algunos de los cuales se pueden apreciar a simple vista.
Las riberas las conforman en su mayor parte árboles “Sabinos” (la mayoría con más de un siglo de antigüedad). En lo profundo del lago se localizan 2 tipos de vegetación, algas filamentosas y Charas (1). Los troncos sumergidos y raíces que caracterizan el fondo forman un hábitat ideal para la lobina negra (2). El lago drena a través del Río de las Adjuntas.
1 Chara. Especie de alga perteneciente al orden charales. Se trata de algas macroscópicas formadas por células alargadas multinucleadas. Su ciclo vital es muy complejo e interesante. Es una especie colonizadora de cursos de agua, y especialmente de lagunas y agua quietas, donde crece aferrada al fondo mediante fuertes rizoides.
2 Lobina negra. Conocida como blablá (Micropterus salmoides) es un pez de agua dulce del orden de los perciformes y de la familia de los Centrárquidos, que se caracterizan por tener una aleta dorsal radiada espinoforme.
