Poco a poco van matando mis ganas de escribir de gritarle al mundo mi sentir de expresarle una opinión y ni siquiera por que yo este errada si no simplemente por moralismos y actitudes infantiles... Pensé que me acostumbraría a cada una de las veces que me batean por moralistas o por herir susceptibilidades que claro sin la intención de, es solo que mis letras son profundas y hablan de una realidad que tal vez les incumbe, pero esas líneas jamás tienen dueño, ni plasmo ni mucho menos dejo entre ver, solo manifiesto lo ya dicho “A quien le quede el saco que se lo ponga”… así es que mientras tenga un espacio y el tiempo que me permitan llenarlo así será, hasta que me vuelvan a cerrar las puertas por que entonces ya abre dejado huella.
