6/11/09

Saeta, un sueño atrapado

Era una tarde lluviosa mis amigas y yo nos encontrábamos disfrutando de una amena platica y un delicioso café, programando nuestra agenda para este año, lo que haremos este fin de semana, el próximo, en vacaciones y llegamos hasta navidad, ya lo teníamos todo organizado, sonaba grandioso tanta pachanga, bailes, comidas, chicos, diversión....

Sin embargo aunque disfrutaba de esto, no me satisfacía, me sentía incompleta, para entonces ya pertenecía a los scouts, pero no era suficiente, pues aun no corría por mis venas la sangre scout, el espíritu scout, esa esencia que sin saber en ese momento me iba a cambiar la vida para siempre llenándola de una infinita alegría y satisfacción, pero en ese entonces me parecía un fastidio ir a juntas todos los sábados de 4 a 6, pero mi hermano se empeñaba en llevarme aunque me arrastrase hasta el local, (situación que le agradeceré toda mi vida), en fin.

Llego el día que cambio mi vida, esta dio un giro de noventa grados, ya para entonces me había resignado a asistir a los scouts con mas ganas, y entonces sucedió, me encontraba parada ante un grupo de niñas , enseñándoles clave Morse, y no me puedo quejar, aprendieron rápido las niñas, pero ese día tuve la suerte o la desgracia de que mi jefe de grupo me observaba y al terminar junta me mando llamar, y después de un rollo mareador, me pidió que dirigiera la sección de muchachas scouts, pues nuestra dirigente salio fuera a estudiar y nuestra sección necesitaría una nueva dirigente, pero como yo tenia en ese momento 14 años solo estaría a cargo de las muchachas, en lo que conseguían una dirigente, y pues acepte, y a partir de ese momento todo cambio, conforme pasaba el tiempo, mas y mas actividades surgieron y llenaban mi agenda, juntas ordinarias, juntas de consejo de grupo, juntas de corte de honor, juntas de provincia, hasta juntitis me dio.... Pero ya no había marcha atrás, cuando me di cuenta ya llevaba 2 años haciéndome cargo de la sección, guau, me sentía fabulosamente bien, todo era grandioso, aunque era mucha responsabilidad me agradaba mucho lo que estaba haciendo.

Teniendo ya 17 años cumplidos y en vista de que no encontraban dirigente, y de que a mi me agradaba esto de dirigir toda una sección, decidieron adiestrarme para insignia de madera.... Retos y retos pero para dirigentes, esto era desorbitante, en los campamentos para dirigentes nos hacían correr como locos, nos daban platicas aburridísimas, con tecnicismos súper extraños, nos ponían a jugar como lobatos, que hasta aprendí a gatear de nuevo.

Me hicieron tomar el curso 3 años seguidos, era fastidioso, y aun así jamás me dieron la insignia, pues aun era menor de edad, sin embargo me entregaron reconocimientos, los cuales me alegraban mucho, estos reconocían el esfuerzo que hacia por aprender y trasmitir aquellos conocimientos a mis muchachas, los cuales veía reflejados en sus insignias, que para mi era el mejor triunfo y un gran trofeo.

Mi alegría fue en aumento cuando logre involucrar a mis amigos al movimiento, entonces yo ya era mayor de edad y por lo tanto mis amigos también, pero aun podían integrar el clan de rovers y el clan de precursoras, a este ultimo me integre con mucha alegría y aunque esto representaba apretar mas mi agenda, y así fue, acepte el reto y hasta tuve casi, casi partirme en dos, por un lado el clan y por el otro la tropa, que horror esto fue agobiante, y difícil, pero si algo aprendí de los scouts en ese momento fue a jamás darme por vencida, algo que en un par de años después habré olvidado...

Mi vida en clan fue muy gratificante, pero también muy difícil aunque jamás imposible, tuve que franquear muchos obstáculos tanto personales como en equipo, y aprendí muchas cosas como a equilibrar mi vida, a organizar mi tiempo, me descubrí como mujer y me supere, trabaje en equipo pues así logramos muchos éxitos y preseas que nos entregaron en campamentos nacionales y de provincia gracias a nuestro compañerismo nos dimos a conocer como el clan janis integrado por 7 muchachas, nuestra mística y tradiciones eran estupendas, el servicio que brindamos a nuestra comunidad fue demasiado gratificante, y el servicio que otorgábamos cada sábado a las secciones menores era súper y siempre estábamos aprendiendo, todo esto era parte de nuestros retos para la obtención de insignias en el clan, y al concluir estos ya estaba preparada para obtener lo que tanto anhelaba mi insignia de caminante, y sucedió, cuando en una caminata larga, a la luz de la luna, y el viento soplaba, llegue a la punta de aquel cerro que seria la cumbre de mi éxito, compartiendo con mis hermanas precursoras, aquel momento, lleno de felicidad, con un nudo en la garganta, la flor de liz palpitando en mi pecho y con una lagrima que al caer se cristalizo en mi insignia, que por fin, era digna de portar en mi pecho la insignia, por la que tanto había luchado, la flecha de caminante, la flecha que me señalaba el camino que debía seguir hasta obtener la insignia terminal BP que demostraba la formación de mi persona para enfrentar los retos de la vida.

Pero aquella noche fue la única vez que pude portar con alegría mi insignia, ya que fue en aquel cerro donde se quedaron atrapados mis sueños y sin saber, el de mis compañeras también, pues después de ese campamento todo desapareció, todo lo que habíamos logrado, por lo que habíamos luchado con todas nuestras fuerzas en ese campamento se quedo, sucedió la desintegración de mi clan, cada una tomo rumbos diferentes, que aparentemente sin razón, destrozaron el clan y aunque sobrevivimos 3 precursoras, no logramos mucho, nos dejamos llevar por los comentarios de los demás y los chismes terminaron por desaparecer el clan, aquí fue donde nos dimos por vencidas, por no saber tomar nuestras propias decisiones por dejar que otros se involucraran, grave error.

Sin embargo yo seguí en el movimiento y me entregue por completo a mi sección, lo único sólido y duro que existía en ese momento y les entregue a mis muchachas los conocimientos que aprendí en el clan y en historias de fogata les conté mis noches de campamento como precursora, sin revelar nada de la esencia de lo que es el clan pues por ellas mismas lo descubrirían a su tiempo....

Aquel clan de precursoras que algún día existió y fue la esperanza de 7 muchachas por dejar mejor el mundo de cómo lo encontraron, solo quedara en el recuerdo de quienes lo integraron... ¿ y el tuyo tomara el mismo rumbo? ¿Será justo?


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